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viernes, 26 de junio de 2009

Misión posible: Matrimonio para toda la vida

Misión posible: Matrimonio para toda la vida
Por Israel González

«Por tanto dejara el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.» Génesis 2:24

El matrimonio: una institución divina.

El matrimonio, es la primera institución humana creada en el mundo. Fue instituido por Dios cuando puso a Adán y a Eva sobren el huerto del Edén, y les dijo que procrearan, y llenaran la tierra (Génesis 1:27-28). La unión de dos personas, hombre y mujer, y la formación del hogar, tuvo su principio en el corazón de Dios.

La base del matrimonio es el inicio de una nueva familia, familia que a su vez involucrara un grupo de personas con el cual e de interactuar en mayor grado y en un plano menos superficial a partir de ese evento: Mi familia, la familia de mi cónyuge y mí pareja. Es menester que conozcamos sea cual fuere su punto de vista acerca del matrimonio, los principios bíblicos que la Escritura establece acerca del matrimonio, esto resultara significativo si usted se dispone a considerarlo como aplicable a su relación de vida en pareja. Le será muy conveniente el que comprendamos que cada vida es única e individual y que nuestra capacidad de amar no es mas que la capacidad de fusionarse con otra persona manteniendo la individualidad, la autonomía y el respeto al otro.

Es lamentable el considerar el matrimonio como una relación que tal vez no sea para toda la vida, pensar de este modo es predisponerlo al fracaso dándole un sentido temporáneo. Es de suma importancia que una vez tomada esta decisión me disponga a considerar en conjunto con mi pareja lo que ella espera y lo que yo espero, que analicemos y tomemos una decisión razonada, basada en el respeto, amor y confianza mutuos para consolidar una relación exitosa.

La vida en pareja
¿Cuántos integrantes tiene un matrimonio? Quizás esta pregunta resulte un tanto extraño, ya que la primera respuesta que viene a nuestra mente es 2. Pero la realidad es, que los matrimonios exitosos tienen tres integrantes: yo, tú y nosotros.

Un varón y una mujer que deciden ser pareja. Juntos se comprometen a amarse y ser uno. El problema es que en la práctica no se puede ser uno, no es sano fusionarse y convertirse en una copia de la persona que se ama.
El amor verdadero no exige que se pierda la propia personalidad. ¿No fue en la diferencia que la pareja se enamoró? ¿Por qué ahora cambiar para ser uno?
El reto de ser pareja es conservar la individualidad, pero con un sentido de pertenencia. Nadie tiene que perder su personalidad; ninguno tiene por qué ceder hasta convertirse en una mala copia del otro. Este proceso llevaría el matrimonio al caos.

Cuando llegamos al matrimonio es difícil desprenderse de un patrón familiar de conducta moldeado a través de los años. Debemos reajustar costumbres, ideas, valores. Para moldear nuestro propio patrón de conducta, nuestras propias costumbres, celebraciones y consecuentemente nuestra propia identidad frente a los demás como pareja.

La pareja ira lentamente conformando su propia personalidad. El compañerismo jugara un papel importante ya que la consideración, tolerancia, cortesía y bondad en el hogar con el cónyuge al igual que se hace con las visitas, es elemental. Significa compartir, planear y ejecutar cualesquier planes juntos, dando un lugar importante a mi pareja en las decisiones y situaciones que atañen a ambos.

Erick Fromm escribe en el libro "El Arte de Amar" que amar es interceder por la vida y el desarrollo de aquellos a quien se ama. Por ello conviene conocer algunas realidades como las siguientes.

Diez realidades acerca de las relaciones de pareja
§ No puedes obligar a nadie a amarte ya nadie tiene la obligación de hacer que tu vida sea satisfactoria.
§ Por más que lo intentes, no vas a cambiar a tu pareja. Sin embargo si modificas ciertas actitudes, es posible que tu pareja también cambie.
§ Las personas no se casan con personas, se casan con ilusiones y fantasías. (Nos sorprendemos cuando finalmente aceptamos que el otro es un ser tan humano e imperfecto como nosotros mismos).
§ El amor verdadero empieza cuando la fantasía termina.
§ El principal reto del matrimonio es superar esto y descubrir con quién realmente me case.
§ El amor es uno de los muchos motivos por los cuales elegimos una pareja.
§ Es común que las características que en un principio te atrajeron de tu cónyuge, al poco tiempo se conviertan en fuente de conflicto y malestar.
§ Es imposible mantener una relación libre de tristeza, algunas asperezas e insatisfacción transitoria.
§ El mejor regalo que le podemos dar a nuestros hijos es padres que se amen y que tengan una relación de pareja plena.
§ Un matrimonio es exitoso cuando cada uno reconoce que las necesidades del otro son por lo menos igual de importantes que las suyas.
§ El matrimonio es la mejor oportunidad que nos ofrece la vida para crecer, superar el egoísmo y aprender a amar.

La base para una buena relación de pareja es dar. En la medida en que uno reconoce que las necesidades del otro son, por lo menos igual de importantes que las propias, se empiezan a gestar el verdadero amor.

“Amar es un verbo, no un sustantivo”.

Cuanto mas tiempo y dedicación le invertimos a algo o a alguien que nos interesa, aumenta su valor ante nuestros ojos. Sin embargo la gran mayoría adoptamos una postura pasiva frente al amor. Para que una relación funcione, tenemos que elegir primero a quien amar y actuar de cierta manera que genere respuestas amorosas que hagan que ese sentimiento perdure.

El éxito en el matrimonio
El matrimonio es la culminación de una relación estable y grata, no la solución a mis conflictos, ni la vía de escape para mi soledad, puesto que envuelve responsabilidades, ajustes y deseos por dar forma a algo mayor y a lo que nos comprometemos en una etapa de nuestra vida. Se requiere valor y determinación para salvar todos los obstáculos que naturalmente se interponen y consolidar una relación duradera. ¿Pero como construir un matrimonio para toda la vida? ¿Cuáles son los principios fundamentales para el éxito de un buen matrimonio?, ¿Qué dice la Biblia acerca de esto? Démosle un vistazo a lo siguiente:

Principios fundamentales para un matrimonio exitoso
· Respeto mutuo.
Significa que cada quien acepta su cónyuge tal y como es, sin tratar de manipularlo, y esforzándose en darle lo que necesite, sin egoísmos, para que se convierta la persona que Dios desea que sea.
El respeto distingue entre lo ideal y lo real, y no demasiado. "cada uno de vosotros ame también a su mujer como así mismo, y la mujer respete a su marido"(Efesios 5:33).

· Verdadera entrega.
Los votos matrimoniales dicen: Abandonando a todos los demás". Las escrituras indican: "Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne "(Mateo 19:5). El tiempo y la experiencia en el matrimonio revelan que el ser "una sola carne "no implica un abandono de la personalidad o los derechos individuales. En lugar de ello, es una satisfacción plena.

· Comunicación
Para poder comunicarse, debe haber comprensión de las diferencias emocionales, mentales físicas entre los hombres y las mujeres. Es preciso que haya compañerismo. "Preferiría estar con mi cónyuge que con cualquier otra persona”. Deberá haber conversación, no sólo una discusión de las diferencias cuando se presenten, sino un intercambio significativo al nivel intelectual y emocional. La vida es una jornada que requiere ser compartida.

· Tiempo y esfuerzo.
Al amor se le debe dar la oportunidad de crecer y madurar, El clima para esto se establece en la palabra de Dios, Cuando las cosas se tornan difíciles, una pareja no "se desenamora ", sino que permanece unida y resuelve los problemas. Los cónyuges no se consideran como víctimas de una " mala decisión ", si no como "coherederos juntos de la gracia de la vida "(1 Pedro 3:7). "Cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y la mujer respete a su marido "(Efesios 5:33).
Los problemas y las diferencias se resuelven por medio del perdón. "Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en cristo "(Efesios 4:32)

Cliff Barrow les da con frecuencia un mensaje a las parejas casadas, con el título de "Diez palabras que salvaguardan el matrimonio". Son:
• Estaba equivocado.
• Lo siento mucho.
• Perdóname, por favor.
• Te quiero.
Esta misma fórmula servirá también para la salvaguardia de la vida espiritual propia. Las parejas deben aprender a limar las asperezas en cuanto se presenten y a hacer borrón y cuenta nueva cada día. “Airaos, pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo”, (Efesios 4:26)

· Unidad Espiritual.
El comprender la dimensión espiritual del matrimonio tiene implicaciones profundas. Pablo comparó el matrimonio con la unión del marido con su mujer, a la relación entre Cristo y la iglesia (véase Efesios 5:22-33)
Billy Graham escribió: “El matrimonio perfecto es la unión de tres personas: un hombre, una mujer y Dios. Esto es lo que hace que el matrimonio sea santo. La fe de Cristo es el más importante de todos los principios en la edificación de un buen matrimonio y un hogar feliz".

Llegar al matrimonio, implica la realización de nuestra unión completa con la pareja que libre y voluntariamente hemos escogido.

No existe una receta básica para el éxito matrimonial, cada matrimonio es distinto, pero si una serie de principios como los que hemos mencionado, que al establecerse entre ambos podrán propiciar una relación sana y duradera. La contribución mayor del matrimonio es el enriquecimiento de la personalidad del individuo, los talentos y habilidades de uno complementan la falta de ello en el otro, la fortaleza de uno complementa la debilidad del otro. Cuando en uno exista la necesidad profunda de consuelo, descanso y afecto, el otro da con generosidad. Cada uno contribuye y complementa a la vida del otro. Con el conocimiento viene el entendimiento.

Con el entendimiento fortalecido y convicciones morales y cristianas firmes viene la fortaleza interna que moldeara el carácter de cada uno a ser lo que en ese momento no ha sido y que desarrollara una relación saludable y fuerte que podrá enfrentar cualquier adversidad que se presentase.

La felicidad no es algo que se da por hecho, ni un accesorio que podemos adquirir fácilmente. El hombre y la mujer traen al hogar dos vidas con experiencias, intereses y personalidades distintas, talvez similares en algunos aspectos, pero nunca iguales; es necesario flexibilidad del uno hacia el otro, para poder salvar esas diferencias, y no convertirlos en obstáculos para ser felices.

Como todo aquello que se construye requiere tiempo y dedicación, el matrimonio, no será nunca la excepción, que esto sea una prioridad como pareja y es nuestro deseo que Dios te conceda un matrimonio bendecido y sumamente feliz.

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